10 curiosidades que no sabías de la época medieval
La Edad Media fue una época tan intrigante como oscura: se realizaron grandes descubrimientos, pero la dificultad del acceso al conocimiento hizo que las personas vivieran en malas condiciones. La pobreza y el hambre estaban presentes, así como las guerras y los asesinatos. Hay mucho de verdad, pero también mucho mito en las historias que se cuentan sobre la época medieval: hoy hemos recopilado 10 curiosidades que a lo mejor no sabías de la época medieval. ¡Sigue leyendo!
Diez curiosidades de la época medieval
1. ¿Llevaban ropa interior?
Sí, los hombres vestían camisa y calzones cortos, cubiertos por una túnica, y calzas (una especie de medias de tela). Las mujeres vestían camisas (kamese), y sobre ellas se ponía la túnica, recogida en la cintura para facilitar sus movimientos.
2. ¿Cómo teñían la ropa?
Los tintes para la ropa eran totalmente naturales: se hervían copos de lana y hebras de algodón con hojas de árboles, cáscara de cebolla con semillas o zumos vegetales.
3. ¿Existían los dentistas?
Como podrás imaginar, no es la profesión más antigua del mundo, pero tiene siglos de trayectoria: existían los sacamuelas, que iban de pueblo en pueblo arrancando las piezas que provocaban dolor. Para acallar los gritos del paciente, durante la operación tocaban un redoble con uno o más tambores. Y la operación, sin nada de higiene, claro.
4. ¿Se bañaban?
En primer lugar, es importante destacar que la falta de higiene en la época medieval creó nuevas enfermedades y facilitó su transmisión. De hecho, el concepto higiene estaba aún muy lejos de aplicarse. Había baños, sí, aunque no todo el mundo los utilizaba. Hacia la mitad de la edad media, eso sí, se fue tomando conciencia de las ventajas de la higiene corporal.
5. «Salvados por la campana»
Esta expresión surgió en la época medieval, y tiene un origen bastante tétrico. Cuando fallecía una persona, se introducía su cuerpo en un ataúd (hasta aquí, nada nuevo): esos ataúdes no siempre eran nuevos, sino que aprovechaban los que se habían usado otras veces, los «reciclaban». Y cuando los volvían a abrir para un nuevo uso, muchas veces encontraban las tapas arañadas; ¡porque habían sido enterrados vivos! Para evitar que volviera a pasar, comenzaron a poner una campanilla al difunto en la muñeca, de manera que si era enterrado en vida, podía tocarla. Así, una persona permanecía varios días al lado del ataúd, de manera que si oía la campana, podía liberarlo a tiempo.
Además, era costumbre tener a los muertos varios días sobre la misma mesa en la que la familia comía y bebía, velando por si estos volvían en sí o no. De ahí también nuestra tradición del velatorio.
6. ¿Para qué usaban los abanicos?
Los abanicos no eran para el calor, sino para ahuyentar el mal olor que tenían las personas a causa de su falta de higiene. Un elemento en la época medieval que no era precisamente un adorno a la vestimenta, ¡pero sí muy útil!
7. ¿Utilizaban cubiertos?
No se utilizaban ni los platos ni los tenedores. En la Edad Media para comer en los banquetes se cortaban hogazas de pan duro y se ponía la carne en el centro. Una vez acabado el banquete, se remojaba el pan en la salsa y se entregaba a los pobres. Era una manera de no tener que fregar los platos.
8. Las barbas no son (sólo) cosa de hipsters
Una de las acciones más insultantes y denigrantes que se podían hacer era jalar de las barbas, es decir, tirar de la barba a un hombre, ya que ésta se consideraba uno de sus principales atributos de virilidad. Es más, era tal su importancia que en la época se solía jurar por las barbas del abuelo para dar credibilidad a algo que están diciendo.
9. El origen de la expresión «Pasar la noche en vela»
Los escuderos que se preparaban para ser caballeros tenían un particular rito (lo conoceréis por Don Quijote), y es que la noche anterior al gran día, debían pasar toda la noche velando sus armas vestidos de blanco inmaculado, de ahí la expresión ‘pasar la noche en vela’ o ‘pasar la noche en blanco’.
10. ¿Había igualdad de sexos en el trabajo?
Hombres y mujeres tenían oficios comunes, no había diferencia de sexos. Mujeres y hombres se dedicaban al metal, o fueron espías, o luchadores, escritores… Los únicos oficios femeninos eran los que trabajaban la seda, porque ellas se consideraba que tienen las manos más delicadas.
¿Conocías estas 10 curiosidades de la época medieval? Muchas de ellas se reflejan en los diferentes mercados medievales, que se han convertido ya en una tradición en nuestro país. Eventos que no sólo recrean la forma de vivir de una época, sino que además impulsan el comercio en pequeñas localidades y las transforman en villas medievales en las que los visitantes pueden vivir una experiencia diferente.
Además de la decoración con la que suelen adornar las localidades, los mercados medievales implican a las personas que viven en el pueblo o ciudad, ya que la mayoría suele disfrazarse y ayuda a crear un ambiente único. Los animales y los puestecitos con comida y artesanía llenan las calles, y son muchas las actividades que los acompañan: cánticos y música de la época, «cazas de brujas», espectáculos fuego y, cómo no, para los más pequeños gincanas de tiro con arco así como diferentes actividades relacionadas con la temática. Lo más cerca que podemos estar hoy en día de la época medieval.
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- Jornadas medievales de Ávila.
- Semana Cervantina de Alcalá de Henares (Madrid).
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- Mercado Medieval de Marchena (Sevilla)
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- Mercado Medieval de Colmenar Viejo (Madrid)
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Fuente: «La ropa medieval»
Imagen destacada Autor: calafellvalo