Slow travel o cómo viajar sin prisa

Puede que nuestro día a día sea un absoluto caos de prisas y correquetecorres. Que estemos expuestos a un bombardeo constante de cosas que hacer y ver, tentados a comprar y con la sensación de que no aprovechamos lo suficiente nuestro tiempo. Puede incluso que las 24 horas no sean suficientes para ti y que siempre vivas al límite.

Seguro que alguna vez te has ido de viaje y has tenido la sensación de necesitar descansar de ese viaje. Que sí, te lo habrás pasado muy bien pero desconectar, lo que es desconectar, no lo has hecho. Contra todo eso, este año viene pegando fuerte el slow travel. ¿Sabes lo que es?

slow travel

El slow travel es una corriente que se inicia en Italia en los años 80 y cada vez se ha puesto más de moda. Consiste en tomarse los viajes con tranquilidad, alejarse de lo masivo y simplemente centrarse en buscar la autenticidad de ese viaje, tomárselo como una oportunidad para desconectar. ¿Te llama la atención? Te damos 6 claves para aprovecharlo a tope:

No seas un turista al uso

Aléjate de convencionalismos. En este caso, se trata de disfrutar el destino como si fueses un habitante más de allí. Céntrate en disfrutar la esencia de lo que puede ofrecerte: sus comidas, sus calles, sus gentes, etc. Mimetízate con el entorno y olvida todo lo demás.

Slow travel: no te agobies por verlo todo

Huye de las prisas, de los monumentos a los que va todo el mundo y de convencionalismos en general. Tómate tu tiempo para disfrutar de los rincones del destino que visites, huye de compañeros parásito que harán de tu viaje una auténtica pesadilla, dale otro enfoque a la visita y sobre todo, cero nervios.

Tómate unos días

Si es “slow”, deberás tomártelo con calma. Cógete al menos tres días para disfrutar de ti mismo, aunque cuantos más días, mejor. No te sientas culpable por no hacer nada, es otra forma de disfrutar de tu escapada y descansar de verdad. La clave es que consigas sentirte casi como en casa en el lugar que visites. Aprovecha para hacer algo de ejercicio, pasear y descubrir el entorno que te rodea.

Huye de lo convencional

Si por ejemplo visitas una ciudad grande como Madrid o Barcelona, son lugares que sin duda tienen mucho que ofrecerte, y muchas veces nos obsesionamos por ver lo más típico y quedarnos ahí. La filosofía slow travel busca todo lo contrario: explorar esas zonas quizá no tan conocidas pero que tengan una magia especial, descubrir rincones nuevos y adentrarse en la cultura local.

Organiza tu escapada a tu ritmo

Es importante que tú mismo decidas qué te apetece hacer y ver. Planifica tu visita con unos días de antelación e investiga por tu cuenta cosas que puedas hacer para aprovechar tu viaje. El slow travel no necesariamente tiene que ser improvisado, puedes organizar tu viaje al milímetro sabiendo todo lo que puedes exprimir del destino que visites.

En definitiva, el slow travel prima la calidad y la comodidad a la cantidad. Se trata de descansar, desconectar el móvil y conectarse con uno mismo, salir de la rutina y dedicarse a disfrutar del viaje. Vale cualquier destino y cualquier experiencia. ¿Te animas a probar? www.alsa.es.