Sidra asturiana: ¿cómo se prepara?
Asturias es un paraíso increíble digno de visitar durante todas las estaciones del año. Sin embargo, quizá otoño sea una fecha especial.
Entre otras cosas, durante estos meses es cuando se inicia la recolección de manzanas para elaborar la sidra, licor por excelencia de estas tierras. Este proceso cuenta con una antigua tradición en el que la luna menguante ejerce un papel esencial. Familias y casas enteras se dedican de lleno a este ritual tan característico de la zona, que cobra especial protagonismo en algunas áreas específicas del Principado.
Sidra asturiana, una bebida con pasado
La elaboración de sidra asturiana es especialmente característica en la denominada Comarca de la Sidra, formada por los concejos de Villaviciosa, Bimenes, Colunga, Cabranes, Nava y Sariego.
Concretamente, Nava es la capital de la sidra por excelencia. En esta localidad próxima a Oviedo se sitúa el museo de la sidra, en el que se puede conocer todo el proceso de elaboración de la misma.
Por su parte, Sariego cuenta con la mayor finca de cultivo de manzana, contando con más de veinticinco mil árboles de este fruto dedicado a la sidra.
Colunga cuenta con multitud de sidrerías donde es posible probar sidra natural casera hecha por los mismos habitantes del concejo. Además, puedes visitar Lastres, uno de los pueblos pesqueros más llamativos de toda la Comunidad, con un gran mirador con vista directa al Cantábrico.
Bimenes y Cabranes también cuentan con una larga tradición sobre la sidra, aunque Villaviciosa es el concejo más grande de la Comarca.
En todos estos concejos es típico por estas fechas reunirse para comenzar a pensar y organizar el largo proceso de elaboración sidrera, que se remonta a varios siglos atrás. Pero, ¿en qué consiste este proceso?
Para una buena sidra asturiana, primero hay que sumir
Todo comienza en un prado o prau asturiano. Allí, se deben recoger las manzanas específicas para elaborar esta famosa bebida. A este proceso por el cual se zarandean las ramas de los árboles con una vara para hacer que caigan los frutos se le llama sumir. Las manzanas se recogen en cubos, que luego se meten en grandes sacos. En muchos lugares las dejan reposar durante un tiempo para que terminen de madurar y así la sidra adquiera un sabor más dulce.
Después de sumir, hay que mayar
Una vez se han recogido todas las manzanas, normalmente se mezclan distintos tipos para que la sidra adquiera un sabor más especial. Cuando la mezcla es más rica, más exclusiva es la sidra final. Así, se procede al lavado y selección de manzanas, y una vez limpias, llega el turno de mayar. Este proceso consiste en triturarlas y machacarlas para extraer el zumo. De esta manera, se forma la magaya, que es la pulpa de la propia manzana triturada.
Recogida del mosto en el llagar
Una vez triturada, la magaya se introduce en una prensa o llagar durante varios días, con el fin de extraer el mosto. Este proceso se repite varias veces al día para aprovechar al máximo el producto. Al repetir el proceso de prensado, se debe realizar un ‘corte del llagar’, que consiste en remover la magaya para que salga más mosto.
Almacenamiento y fermentación en tinos
Una vez ha salido todo el mosto, se acumula en tinos que se almacenan durante alrededor de 5 meses para que puedan fermentar. Normalmente se realizan también trasiegos, en los que se mezclan los mostos entre distintos tinos para deshacerse de los posos y que quede un sabor más unificado.
¿Sidra natural o sidra dulce?
Tras el proceso de fermentación, si se realiza sidra natural, se procede a su embotellado. Si se pretende hacer sidra dulce, habrá que mezclarla en los tinos con azúcar y otras levaduras que se fermentan y convierten en alcohol y forman algo más de espuma.
Asturias es, en general, un entorno perfecto para pasar unos días de ensueño. ¿Tienes ganas de ir? Escápate unos días en las mejores manos, adquiriendo tus billetes en www.alsa.es.