Murcia por dentro y por fuera: de Yecla a La Manga
Que la Región de Murcia esconde maravillosos lugares, es algo que ya sabíamos. Sus playas y costas son solo una pequeña parte de la grandiosidad que guarda esta Comunidad, a pesar de que durante el verano son un destino frecuente entre las poblaciones de provincias interiores. Entre otros lugares, cuenta con la laguna de agua salada del Mar Menor, el espacio protegido de las Salinas de San Pedro, y una gran cantidad de playas y calas escondidas de aguas mediterráneas. Haz una escapada de invierno al Mediterráneo con ALSA.
Sin embargo, el interior de Murcia también recoge bonitos paisajes y pueblos con un importante valor histórico y artístico, cuyo origen se remonta hasta la Prehistoria, aunque posteriormente las tierras murcianas han sido habitadas por cartagineses, romanos, musulmanes y un largo etcétera.
Yecla, una ciudad de gran patrimonio
Yecla es una de las ciudades más pobladas de Murcia. Con más de 34.000 habitantes, se ha consagrado como uno de los principales destinos del interior de la Región. Su larga tradición vitícola le acabó otorgando una Denominación de Origen de vino propia. Además, es un municipio volcado en la industria carpintera, con la Feria del mueble más antigua de España.
Además, cuenta con un reconocido patrimonio artístico, entre los que destaca el Castillo de Yecla, donde se encuentran los restos arqueológicos de una fortaleza andalusí. En sus proximidades se encuentra el Santuario del Castillo, una ermita cuya construcción perjudicó notablemente la conservación de los restos del antiguo castillo. Además, su Plaza Mayor es popular por su mezcla de estilos artísticos, que se remontan hasta el siglo XVI, y lo forman distintos edificios como el Ayuntamiento, la Lonja, el Palacio de Alarcos o la Torre del Reloj.
Es curioso el caso de la Iglesia Vieja, un edificio que fue saqueado durante la Guerra Civil, y desde entonces no se ha vuelto a oficiar una misa religiosa en su interior. Desde entonces, por el contrario, acoge el Museo de la Semana Santa de Yecla. La Iglesia Nueva o Basílica de la Purísima es, desde entonces, la protagonista absoluta en terreno religioso, con un estilo neoclásico, destaca su llamativo tejado azul y blanco.
Yecla es una buena opción de escapada de invierno. Sin embargo, un sitio de playa también puede suponer una buena alternativa si buscamos tranquilidad y desconexión.
La Manga del Mar Menor: tranquilidad en el Mediterráneo
La Manga es un destino popular para vacaciones de verano. Las playas se llenan de turistas ávidos de agua salada y sol, y las terrazas y restaurantes no dan abasto para atender a tal cantidad de demanda. No obstante, el invierno puede ser también una temporada perfecta para visitar este cordón de tierra sobre el mar.
La Manga en invierno ofrece maravillosos largos paseos por la costa, con temperaturas no demasiado bajas y una paz innegable. Además, puede ser una buena oportunidad para dejarse impresionar por las maravillosas formas paisajísticas de la zona. Las Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar, por ejemplo, son un terreno protegido de la región, formado por humedales con especies vegetales y animales muy características del clima.
A su vez, La Manga del Mar Menor ofrece una amplia oferta gastronómica en la que son típicas las tapas y raciones, principalmente de marisco y verduras. Posiblemente, las temperaturas suaves de la zona nos permitirán también disfrutar de una buena comida en terraza aunque sea pleno invierno.
En definitiva, la Región de Murcia puede ser un destino perfecto también durante la temporada de invierno, ya que abarca cultura, ocio, gastronomía y tranquilidad a partes iguales.
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