La comida de tu abuela funciona mejor contra el frío que el antibiótico
Entendemos el frío que seguro que estás pasando estos días. Entendemos tus incesantes ganas de manta, peli y calcetines por encima del pantalón del pijama. También entendemos tus ganas de comer algo bueno y calentito que en estos días tanto apetece.
Si estos días echas de menos la comida de tu abuela y mueres por un plato de esas lentejas que hace unos años aborrecías, creemos que ha llegado tu momento de madurar. Ha llegado tu momento de empezar a comer como es debido.
Por eso, en el post de hoy te traemos los mejores platos típicos de nuestro país que debes comer para teletransportarte automáticamente a casa de tu abuela y no pasar frío nunca más. ¿Con cuál te quedas?
Cocido madrileño
Lo cierto es que hay muchos tipos de cocido y entre ellos varían muchos pequeños detalles, pero la base siempre es la misma: una sopa, garbanzos, verdura y carne. Y es que en esos días de invierno en los que el viento acecha y tú, aunque te refugies en el cuello de tu abrigo no dejas de tiritar, el cocido es la mejor solución. Aunque sea solo durante estos días, prepara una buena olla y esmérate un poco en elaborar un buen plato de invierno. Lo acabarás agradeciendo.
Botillo de El Bierzo
Es un plato muy característico del Norte de España, sobre todo Galicia, Asturias y León. Se compone de botillo, que es una carne hecha a base de piezas de cerdo embutidas, patatas, berza y chorizo. Se crea un guiso único a prueba de temporales que no querrás que acabe nunca. Ten a mano un buen trozo de pan para poder aprovechar al máximo este manjar.
Fabada asturiana
Seguramente este sea el plato por excelencia contra el frío más conocido por todos. La fabada asturiana se ha hecho famosa incluso fuera de nuestras fronteras, y es de lo mejor que existe para quitarse el frío de un día de lluvia. Sepas cocinar o no, debes probar este remedio casero contra el frío. Si la cocina te da alergia, aunque no sea lo mismo, puedes disfrutar de platos preparados hechos específicamente para ti.
Marmitako
Aunque se supone que este guiso vasco fue inicialmente concebido como un plato de verano, coincidiendo con la temporada de pesca del bonito, ahora es una receta que fácilmente podemos preparar en invierno. Solo necesitamos patatas, algo de bonito, pimiento, cebolla, ajo y un poco de paciencia mientras dejamos que todo cueza.
Lentejas a la riojana
Seguro que este plato lo odiabas cuando tenías 8 años. Pero lo cierto es que ahora lo echas de menos. Así que, ya es hora de que madures, superes tu odio hacia las lentejas, y aceptes de una vez que te apetecen de vez en cuando con su chorizo y su morcilla. Si prefieres la versión sin carne, tienes las lentejas a la jardinera, que también saben un poco como las de tu abuela pero quizá no tienen la misma gracia. Cuestión de gustos.
Arròs Caldós
¿Te encanta la paella pero tienes frío? Entonces el arroz caldoso será tu plato preferido este invierno. Esta receta típica de las comarcas centrales valencianas es muy similar a la receta de la paella. Aunque los ingredientes varían según el lugar en el que la pidas, lo más normal es que contenga carne de cerdo o conejo y los tradicionales ‘fesols‘ , unas judías típicas de la zona.
Migas
Este plato nació como una receta frecuente de los pastores de ganado, por eso tiene multitud de variaciones de Norte a Sur de nuestro país. Normalmente se sirven acompañadas de carne de cerdo y/o verduras como pimiento o cebolla. Aunque muchas están hechas con harina, con sémola u otros componentes, lo más común es que las migas se extraigan de un pan tostado que se cocina, previamente horneado y tostado, junto al resto de ingredientes. Extremeñas o manchegas, las migas están buenísimas.
Gazpachuelo malagueño
Esta receta malagueña también es perfecta para los días de frío. Es una especie de sopa de pescado con mayonesa que se sirve acompañada de patatas y huevo duro. Su nombre hace referencia a que comparte tres ingredientes esenciales con la popular receta veraniega, que son: pan, agua y aceite, aunque en este caso no lleva tomate. Además de comer con cuchara, una de las particularidades de esta genial comida es que puedes disfrutarla mojando pan. ¿Existe acaso un placer mayor?
Sopas de ajo
Las sopas de ajo jamás pasarán desapercibidas. Este plato causa división de fronteras porque a nadie le da igual. Una vez que la pruebas, solo puedes odiarla o amarla. No existe término medio. O bien te mueres de asco cuando te visualizas tomando el huevo que flota en la sopa o bien te encanta explotarlo dentro del cuenco y así coger más pan. Sea como sea, el ajo es un importante agente antibacteriano y sus propiedades te protegerán de catarros y resfriados.
Caldereta manchega
La caldereta manchega o de cordero es otra solución si quieres resistir al frío a golpe de tradición. Aquí, la principal protagonista es la paletilla de cordero, que se trocea y sofríe junto a cebollas y pimientos troceados en una olla grande. Posteriormente se añade vino blanco, se deja que reduzca y se forma un jugo espectacular que hace de este plato algo único.
Caldo gallego
Si hay algo típico de Galicia en invierno, es el caldo gallego. Una especie de sopa elaborada con verduras de la zona (especialmente grelos pero también berza o repollo), patatas, unto de cerdo y unas pocas alubias blancas. ¡Otro plato caliente imprescindible en estos días de frío!
Haz frente al frío y sobrevive con los mejores platos de tu abuela. Otra opción, claro está, es que visites todos estos destinos para cerciorarte de que estás probando una receta auténtica y buena. ¡Consúltalos todos en www.alsa.es!