Regalos de Navidad: ¿Cómo han cambiado nuestras cartas a los Reyes?
La noche de Reyes tiene algo, un cosquilleo en el estómago que no nos deja dormir, aunque solo sea por todo el roscón, turrón y panetone que nos zampamos en Navidad. Ahora en serio, el día de Reyes la ilusión se respira por todas las esquinas porque, aunque ahora durmamos tranquilos la noche de antes, la tensión por si te sorprenderán con algo peculiar, o con los calcetines que necesitabas, pero que tampoco te hacían tanta ilusión, sigue ahí, ¿¡qué cara pondremos!? Porque si no te gusta, se nota, créeme que si se nota.
Es obvio que las cosas con la edad van cambiando y uno da un salto de madurez cuando se entera de que los Reyes viven un poco más cerca de lo que pensábamos y nos conocen más de lo que creíamos. A partir de ahí nuestra carta de Reyes cambia ¿en qué? ¡hoy hablamos de ello!
Cambia la carta en sí
Lo primero es el formato, se acabó lo de escribir a mano, ahora la carta es más directa, sin menos trámites de ir hasta el buzón amarillo. Lo de recortar los juguetes de la revista para dejarle claro a Baltasar qué era exactamente lo que querías se acabó. Hacer algún dibujito y un “Queridos Reyes Magos” con una tipografía inigualable, también. Ahora todo es más directo. Un WhatsApp con el regalo que quieres enlazado a la página web, no solo para evitar confusiones, si no que así le haces más fácil la Navidad a tu Rey Mago. Y recuerda que si la pregunta de “¿Qué quieres este año por Reyes?” no llega, significa que, o bien han sabido leer entre líneas tus indirectas o agárrate, porque le han dado rienda suelta a su imaginación.
La cabalgata…
Antes ir a la cabalgata o verla en directo, era un must. Si no recibías a Sus Majestades de Oriente como es debido, la tarde de reyes, no tenía sentido. Había que prepararles la leche con galletas o el vino y los turrones, eso ya dependía de cada casa, y ojo! Ni se nos ocurriera olvidarnos de las patatas/zanahorias para los camellos, que les quedaba mucha noche por delante. Ahora se nos olvidan ciertos detalles, pero la cabalgata debería seguir estando en nuestra lista de planes Navideños.
Lo que les pedimos.
Está claro que el contenido, también cambia. La última Play Station, el Tamagochi de turno, la muñeca que hacía pipi o el perrito que hacía guau guau se han quedado muy atrás en nuestra lista de deseos, por no decir que no hay hueco para ellos. Ahora un abrigo calentito, la colonia que se te está acabando, las zapatillas de moda o por qué no, un dron o un asistente de voz, puede estar entre los regalos que querríamos para estos Reyes.
Pero no nos engañemos, cuando vamos cumpliendo años, nos damos cuenta de que los mejores regalos no son las cosas, que esas zapatillas se las puede comprar uno mismo y encima dar con la talla. El mejor regalo, sin duda alguna, es el tiempo, en concreto, el tiempo con los que más quieres. Porque a quién no le gusta que le regalen un atardecer en Granada con su pareja o ir Madrid a disfrutar con sus amigas del concierto de vuestro grupo favorito. A quién no le hace ilusión una escapada familiar a Salamanca o ir a tomar un auténtico cachopo a Asturias. Porque decidme ¿hay algo mejor que regalar momentos? Regalar experiencias, recuerdos que no solo se quedarán en tu galería del móvil si no también en tu corazón.
Cuando te haces mayor te das cuenta de que el mejor regalo es ver a los que viven lejos, darles una sorpresa, reunir a toda la familia como cuando eráis pequeños. Porque hay cosas que no deberían cambiar nunca, aunque crezcamos, el mayor regalo siempre es estar todos juntos.
En ALSA queremos poder formar parte de esto, de estos momentos, que afortunadamente no tienen ticket de devolución y se quedarán con vosotros para siempre. Y si eres tu, uno de los tres Reyes Magos el que está leyendo este post, si este año quieres sorprender con algo especial, cuenta con nosotros para hacerlo realidad, compra tu viaje en alsa.es y regala tu tiempo, ¡feliz Navidad!