Especial Festivales: guía práctica de un superviviente festivalero
El verano está, literalmente, a la vuelta de la esquina. Las altas temperaturas, los helados y los abanicos se han apoderado de nuestras calles y ya no nos queda más remedio que empezar a pensar qué hacer estas vacaciones. Aunque bueno, tú, espíritu libre, empoderado de lo indie, aficionado a las neveras portátiles cargadas de cerveza, defensor de ese grupo musical que nadie conoce excepto tú, ya tienes casi todo organizado con tus amigos: vais a ir a un festival (o a muchos festivales, para los más afortunados).
Y claro, ir a un festival implica cierto nivel de emoción, histeria e incontinencia de postureo que hacen que olvides lo verdaderamente importante a la hora de ir a un festival: conseguir que el viaje sea lo más barato posible. Por eso, en ALSA te ayudamos ofreciéndote una tarifa especial, la Tarifa Grupos, con un 30% de descuento si viajáis juntas 4 o más personas. ¡Además de los mejores precios para aquellos que compren sus billetes con antelación! Y no conformes con eso, hoy en el blog también te proponemos una completa guía que debes leer si este verano vas de festival. ¡Comenzamos!
1. Abre tus horizontes musicales
Y si no, mejor no vayas. En un festival, tienes que ser musicalmente tolerante y receptivo. Lo más seguro es que no te vaya a gustar todo el cartel, pero céntrate en disfrutar de la música, la experiencia y sobre todo de la compañía, y olvídate de lo demás. Es también un buen momento para conocer gente nueva, hacer nuevos amigos y contagiarte de buen rollo.
2. Ponte de acuerdo con tus amigos
Este problema lo tendrás en casi todos los festivales mínimamente masivos. En ellos, el cartel de grupos suele ser muy extenso, por lo que es casi imposible verlos a todos a la vez. Vale, quizá te veas en la obligación de pedir, rogar o suplicar a tus amigos para ver a ese grupo indie folk con aires orientales y africanos que solo te gusta a ti, y quizá ellos estén dispuestos a sufrirlo con tal de verte feliz. Pero tú a cambio, quizás deberías ceder también un poco. Organizad, debatid y discutid esto antes de emprender el viaje y así evitaréis imprevistos, y de paso os da tiempo a aprenderos la letra de las canciones de los grupos en los que no coincidís (y volvemos al punto 1 de esta guía, ¡expandirás tus horizontes musicales!).
3. Festivales de largo recorrido: no lo des todo el primer día
O si no, al tercero, morirás. Es difícil contener el hype generado durante el viaje de ida, las ganas de ver en acción al grupo que inaugura el festival, el ambientazo que encuentras al llegar, la compañía, las ganas de fiesta… Dosifica tus energías, disfruta pero recuerda que habrá un mañana, y más música y más fiesta de la que disfrutar. Ahora pregúntate a ti mismo ¿está tu cuerpo dispuesto a aguantar siete días seguidos de resaca?
4. Duerme, come ¡y bebe mucha agua!
Vale, nos ponemos en la situación de que posiblemente hayas ignorado totalmente nuestro consejo número 3. Lo has dado todo y ahora, claro, no te puedes levantar. Asegúrate de beber mucha agua durante el día. El calor es a los festivales lo que el arroz a la paella, por tanto, ten cuidado y bebe mucha agua durante las horas de sol. También es ideal que te asegures comer contundentemente. Esos días gastarás el doble de energía saltando, bailando y haciendo cola, por lo tanto, también deberás comer olvidándote de tus últimos intentos por cumplir la operación bikini y centrarte en una buena alimentación. Por último, asume que las tiendas de campaña son inviables para dormir una vez ha salido el sol. El calor puede ser insoportable. Busca huecos de sombra y descansa un buen rato cada día.
5. No te obsesiones con la limpieza
No seas un guarro, pero es mejor que asimiles que no vas a estar limpio y aseado las 24 horas del día. Es casi inviable. Aun así, si eres de esa gente que necesita sí o sí mantener su ritual de higiene personal intocable, te recomendamos el uso de champú en seco, toallitas de bebé y toallas de secado rápido para los casos más extremos. ¡Imprescindible para estar un poquito limpio!. De todas formas, casi todos los festivales cuentan con baños y duchas equipadas, o por lo menos te aseguran un buen manguerazo una vez al día. Lo dicho, mejor no pensarlo y centrarse en disfrutar.
6. Confía en el poder de lo analógico
Casi todos los conciertos cuentan con inhibidores de frecuencia que hacen que los datos de tu teléfono móvil no funcionen. Por ello, si tú y tu grupo os separáis, no tengáis la brillante idea de enviar mensajes convocatorios de «¿dónde estáis?«, porque posiblemente nadie pueda leerte. Mejor, en caso de perderos, pensad en un punto de encuentro fijo en el que podáis encontraros.
Puede que también tu teléfono decida quedarse sin batería en los momentos menos indicados. Para evitar estos imprevistos horribles, si en tu festival no cuentan con espacios especiales para cargarlos (lo cual es raro), los bares y restaurantes de la zona pueden ser tus mayores aliados, en los que puedes cambiar cargas por refrescos y aperitivos en una terracita a la sombra.
7. Cuidado con lo que te llevas
Sé consciente de que vas a un festival, y que vas a vivir la experiencia sin tener que estar pendiente de todo. Por tanto, llévate solo aquello que, en caso de perderlo, no te suponga una depresión insuperable, más allá de móviles y carteras. Aunque los robos en festivales no son lo más frecuente, no sería la primera vez que se producen, así que cuida tus pertenencias. Un sistema de protección puede ser instalar un candado en el cierre de tu tienda de campaña, así te evitarás visitas inesperadas de personas que, a determinadas horas de la noche, no saben dónde está la suya.
Una vez sabido todo esto, estás preparado para ir a un festival. Úntate de crema solar como si no hubiese un mañana, cálzate un sombrero de paja de los de verdad, ponte las gafas de sol de moda y disfruta de la experiencia como nadie. ¡Bienvenido al verano!
8. ¿Te mueve la música? ¡Muévete con ALSA!
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