Todo lo que debes saber sobre el Camino de Santiago
El calor empieza a llegar estos días y las ganas de salir de casa nos van conquistando cada vez un poco más. Puede que aún no nos apetezca un plan 100% veraniego, pero sí disfrutar de alguna experiencia de viaje. Es un momento ideal para hacer el Camino de Santiago. Unos días de desconexión absoluta nunca vienen mal, solo acompañado de quien tú quieras estarlo y disfrutando de maravillosos paisajes de nuestra geografía.
Aunque El Camino de Santiago puedes hacerlo siempre que quieras durante todo el año, el comienzo del verano es la época perfecta para disfrutar del buen tiempo, disminuyendo así el frío y la probabilidad de lluvia, lo cual nos evita llevar aún más peso en nuestras mochilas.
Por eso, si te animas a pasar unos días poniendo a prueba a tus pies, aquí te damos algunos consejos que debes tener en cuenta si vas a emprender esta aventura.
Camino de Santiago: antes de comenzar
Antes de adentrarte en este viaje, deberás planificarlo todo para ahorrarte imprevistos innecesarios. En primer lugar, deberás asegurarte de que vas y vienes en buenas manos. ¿Imaginas llegar a Santiago de Compostela el último día y no saber cómo volver a casa? Para que eso no te pase, nosotros disponemos de multitud de autobuses que parten de la ciudad. Además, con tu credencial de peregrino, obtienes un 15% de descuento en tu billete.
La credencial del peregrino es fácil de conseguir, y te proporcionará más de una facilidad durante el viaje. Puedes solicitarla en tu parroquia más cercana o a través de distintas asociaciones de peregrinos. Si se te olvidase, también la proporcionan en muchos albergues de las localidades donde se suele iniciar el Camino de Santiago, como Roncesvalles, Pamplona, León u Oviedo. Deberás sellarla en tu punto de partida.
También deberás preparar con cabeza qué necesitas llevarte. Sé previsor y consulta el tiempo que hará esos días, además del clima típico de la zona. Llévate solo lo justo y necesario, puesto que vas a cargar con ello todos los días en tu mochila. No se trata de llenar la mochila de por si acasos, sino de ser claros con lo que vamos a utilizar. Ten en cuenta que muchos de los albergues que encontrarás a tu paso cuentan con lavaderos y espacios para el secado de ropa, además de tiendas donde puedas comprar lo que necesites.
A la hora de preparar la mochila, asegúrate de sacar provecho a los bolsillos y cavidades de la misma, metiendo allí lo que usarás más a menudo. Por otro lado, los elementos más pesados, colócalos en la parte baja de la mochila, pegados a tu cuerpo para evitar el efecto contrapeso. Elige una mochila acolchada y cómoda, ten en cuenta que vas a pasar días enteros pegado a ella.
La ropa que lleves tiene que ser cómoda y adecuada al momento en el que viajes. Nunca estrenes calzado el mismo día que comiences tu viaje: tus pies, al no estar acostumbrados a caminar tanto tiempo en un zapato extraño, se resentirán más. Incluye siempre un chubasquero por lo que pueda pasar. ¡El tiempo en el Norte puede ser muy traicionero!
Durante el viaje, Camino hacia Santiago
Cuando empieces tu partida hacia Santiago, lo mejor es que disfrutes del camino y de tu compañía (o soledad). Puedes informarte sobre los sitios que vas a visitar y aprovechar para conocer más sobre esos lugares que suelen esconder maravillosas huellas históricas y artísticas.
Te recomendamos madrugar cada día para sacarle partido a la mañana, ya que por la tarde deberás asegurarte encontrar un lugar en el que dormir. Por la noche es mejor que no camines, tu cuerpo necesita descansar y los caminos pueden ser muy oscuros. En todas las localidades que atravieses, encontrarás hostales y albergues donde hospedarte, pero puede que estén completos cuando llegues. Hay variedad para todos los bolsillos, aunque lo más común es encontrar albergues (públicos y privados) que rondan desde los 3 hasta los 10 euros la noche. Cada uno posee sus propias características, aunque todos te asegurarán un colchón sobre el que dormir y un baño, que es lo verdaderamente importante. No obstante, cada vez son más los que poseen otros servicios como Wi-Fi, lavandería, etc.
Para comer, por lo general no te recomendamos que lleves la comida de casa más allá de algo imprescindible para esos momentos en los que se pueda desatar el hambre. Si llevas demasiada comida, ésta, además de suponer un peso extra en tu mochila, puede ponerse en mal estado con el paso de los días. También, asegúrate de llevar siempre agua contigo. El calor puede jugar malas pasadas y nunca viene mal estar hidratados. Además, deberemos alimentarnos bien, ya que estos días estaremos haciendo un gran esfuerzo diario con nuestro cuerpo. Normalmente, los restaurantes de la zona cuentan con un menú especial de peregrinos, de precio más asequible (suelen rondar los 9 euros).
Ten en cuenta que, cuando salgas pronto por la mañana, los restaurantes y bares de la zona posiblemente estén cerrados, por lo que deberás asegurarte tener algo previsto el día antes si eres de los que necesita desayunar nada más despertarse.
Por lo demás, las diferentes rutas del Camino de Santiago (sobre todo el Camino del Francés) están completamente preparadas para cualquier imprevisto que pueda ocurrir durante tu viaje. Así que, céntrate en disfrutarlo y exprimirlo al máximo para ser un auténtico peregrino. Si partes de algún destino en especial, puedes viajar hasta él o volver luego a casa desde Santiago en www.alsa.es. ¡Buen Camino!